Si organizas una fiesta, por lo general, sólo invitas a gente que te gusta y te cae bien, a los demás, lo dejas afuera y no los invitas. En la vida cotidiana hacemos diferencias, basadas en edad, sexo, origen o lo que sea entre las personas. No tratamos a todos de igual manera. Pues no todos somos iguales.
Hacer diferencias entre las personas y tratarlas de manera desigual es normal. En muchos casos no importa. Pero también hay situaciones en las que no se puede e incluso está prohibido hacerlo.
Un ejemplo: Rechazar a alguien para un puesto de asistente dental porque no posee el diploma correcto no es discriminación. Para ejercer esta función correctamente es necesario primero obtener un diploma. Esto lo entiende todo el mundo. Pero rechazar a alguien por su origen, color de piel u orientación sexual es discriminación.
Porque entonces haces una distinción sobre la base de una característica personal que es albsolutamente irrelevante para ejercer como asistente dental. Este trato desigual está prohibido o debería estarlo.