Causas del Holocausto
Se pueden mencionar diferentes motivos del Holocausto. La causa más directa es que los nazis pretendían erradicar a los judíos y tuvieron la posibilidad de hacerlo. Aunque su espíritu asesino no surgió de la nada. La ideología antisemita nazi debe entenderse en un contexto más amplio, de siglos de hostilidad hacia los judíos, racismo y nacionalismo moderno.
Los judíos en Europa han sido discriminados y perseguidos por cientos de años, a menudo por cuestiones religiosas. Así es como fueron considerados responsables de la muerte de Cristo. En la Edad Media, en muchas ocasiones, vivían en zonas separadas, en las afueras de la comunidad o en barrios apartes o guetos. Además, eran excluidos de algunas profesiones. En tiempos de disturbios, los judíos eran señalados, generalmente, como chivos expiatorios. Alrededor del año 1350, durante la epidemia de peste, los judíos fueron expulsados y perseguidos. En Rusia, después del asesinato del zar Alejandro II en 1881, se produjeron pogromos, es decir, incidentes violentos en cuales los judíos fueron atacados o asesinados en grupos. Con el surgimiento del pensamiento racial en el siglo XIX se originó la idea que los judíos constituyen una raza diferente y, por lo tanto, no pertenecen «al pueblo» o nación donde se encuentran.
En 1918 Alemania perdió la Primera Guerra Mundial y los extremistas de derecha culparon a los judíos por la deuda generada en la guerra. Además, acusaron a los judíos de ser explotadores capitalistas, beneficiándose a costa de otros. Al mismo tiempo, los judíos fueron considerados también partidarios del comunismo. Y, a través de una revolución, tendrían planeado tomar el poder mundial.
Aun así, no se puede trazar una línea recta desde el antisemitismo de los nazis hacia el Holocausto. Hitler dejó entrever siempre, tanto en su libro Mi lucha («Mein Kampf») como en sus discursos, que odiaba a los judíos y que no existía lugar para ellos en Alemania. A pesar de ello, al principio, no existía un plan sistemático para el asesinato masivo. Y es por ello, que se considera al Holocausto como el resultado de una serie de decisiones influenciadas por las circunstancias del momento.
En 1938 judíos polacos fueron expulsados de Alemania y en 1940 judíos alemanes fueron enviados a la Polonia y Francia ocupadas, pero los nazis no se interesaron por su destino. Sólo algún tiempo después el estallido de la Segunda Guerra Mundial, surge la idea y posibilidad en el seno de los cabecillas nazis de asesinar a todos los judíos europeos. Además, la iniciativa, en algunas ocasiones, provenía de nazis de menor rango, quienes buscaban soluciones extremas a los problemas que se enfrentaban. Asimismo, debido a la competencia entre los diferentes departamentos gubernamentales surgían medidas cada vez más radicales en contra de los judíos. Aunque nada iba en contra de la voluntad de Hitler y era él quien finalmente tomaba las decisiones.