Los ocupantes del escondite cuentan con la ayuda de cuatro empleados de Otto Frank: Miep Gies, Johannes Kleiman, Victor Kugler y Bep Voskuijl. También el esposo de Miep, Jan Gies, presta su ayuda; Johannes Voskuijl, el padre de Bep, toma asimismo parte en el complot.
Los cuatro protectores llevan mucho tiempo trabajando para Opekta: Miep Gies y Victor Kugler desde 1933 y Bep Voskuijl desde 1937. Johannes Kleiman sólo se incorpora a la empresa en 1938, aunque Otto Frank lo conoce desde 1923. El director y sus colaboradores mantienen una relación muy amistosa.
Totalmente dependiente
A partir del momento en que las familias Frank y Van Pels, y luego también Fritz Pfeffer, se refugian en la Casa de Atrás, pasan a depender por completo de las cuatro personas que los ayudan desde el exterior. Del 6 de julio de 1942 en adelante, las vidas de Miep Gies, Victor Kugler, Johannes Kleiman y Bep Voskuijl estarán signadas en gran medida por los acontecimientos de la Casa de Atrás. No obstante, al contrario de los escondidos, ellos pueden olvidar de vez en cuando por un momento sus preocupaciones, tomándose unas cortas vacaciones, viendo alguna película o visitando amigos.
'Todos suben diariamente a visitarnos y hablan de negocios y política con los hombres, de comida y de los pesares de la guerra con las mujeres, y de libros y periódicos con los niños. En lo posible ponen buena cara, nos traen flores y regalos en los días de fiesta o cuando celebramos algún cumpleaños y están siempre a nuestra disposición.' - Anne Frank, 28 de enero de 1944.
Los negocios continúan
Mientras los refugiados permanecen en la Casa de Atrás, la empresa de Otto Frank sigue desarrollando su actividad. El personal del almacén de la planta baja no sabe de nada, salvo el encargado del almacén, Johan Voskuijl, padre de Bep. A finales de agosto de 1942, él fabrica la estantería giratoria que esconde el acceso a la Casa de Atrás.